No es algo que no se haya planteado anteriormente, pero últimamente el debate sobre el paso de Ubuntu a una Rolling Release se ha hecho mucho más evidente. Lo comentaba en uno de mis últimos posts en MuyLinux, pero ahora la cosa se ha puesto aparentemente seria tras un mensaje de Rick Spencer, empleado de Canonical, en la lista de correo de Ubuntu, lo que ha desatado una larga lista de mensajes al respecto en muy pocas horas.
Spencer lo deja claro: en su opinión Ubuntu debería abandonar las llamadas «versiones interinas» (Interim Releases) -o sea, las ediciones que se lanzan cada seis meses pero no son LTS- y contar únicamente con dos ediciones. La LTS, con soporte garantizado y muy útil para un uso profesional de Ubuntu, y la Rolling Release, que se actualizaría a diario y que permitiría evitar los problemas de gestión y de desarrollo que produce el tener que sacar una nueva versión sí o sí cada 6 meses.
En realidad Spencer propone tener también versiones intermedias cada mes para poder establecer objetivos de forma más clara, pero esta última idea es probablemente la que más flojea en un enfoque que muchos usuarios también comparten, y entre ellos, yo. Lo decía Spencer claramente en su mensaje: «Muchos usuarios prefieren que su sistema operativo no cambie demasiado a menudo«, y así es.
La idea ha sido bien recibida en las listas de correo en su mayor parte, pero también es cierto que muchos plantean dudas, como las que afectan al tema de la gestión de la seguridad o los controladores hardware, que precisamente son aspectos que ahora se tienen muy controlados con el modelo del ciclo semestral y las actualizaciones constantes de ciertos paquetes.
Sin embargo, también hay críticas importantes a nivel interno, como las que ha expresado Allison Randal, una veterana desarrolladora de Ubuntu:
«No me opongo totalmente a la idea de que todo este tiempo el modelo de desarrollo de Debian con sus versiones estables cada 2 años y una versión «inestable» continuamente evolucionando haya sido el adecuado. Pero francamente, si alguien viniera a mi con esta propuesta como si fuera una «startup» y me pidiera invertir en ella, le diría «no has demostrado que esto sea posible técnicamente», y les mandaría a la pizarra para que comenzaran a explicarlo todo».
El mensaje de Randal es contundente: Spencer lo pone todo muy bonito, pero su propuesta son solo palabras sin demasiados argumentos técnicos. Randal conoce bien el modelo de desarrollo de Canonical a nivel técnico y sabe que ha costado mucho llegar hasta este punto. Aunque la filosofía Rolling Release parece una idea interesante, dar el salto a una Ubuntu Rolling Release no será cuestión de dos días. De hecho, la semana que viene habrá un Ubuntu Developer Summit, y apenas habrá tiempo de poner en orden todas estas ideas para discutirlas allí, donde el foco indiscutible parece que será Ubuntu on tablets y Ubuntu for phones.
Así pues, parece que Ubuntu podría convertirse efectivamente en una Rolling Release, porque hay argumentos válidos para ello. El problema es tanto el cómo como el cuándo. Y ese cuándo apunta a un futuro no demasiado cercano.