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Cinnamon Debian Linux Mint MATE

Linux Mint Debian 201303, MATE 1.4 y Cinnamon 1.6 dan lo mejor de sí en Debian

Los desarrolladores de Linux Mint lanzaron hace tiempo una edición no basada en Ubuntu sino en Debian Testing, la rama «emocionante» de Debian que permite disfrutar de lo mejor de Linux Mint y de las ventajas de Debian al mismo tiempo. Y ahora acaban de anunciar la disponibilidad de Linux Mint Debian 201303, la última edición de esta distro.

En el escueto anuncio de la nueva edición se nos destacan los principales puntos de interés de esta distribución:

  • Update Pack 6
  • MATE 1.4
  • Cinnamon 1.6
  • Mejoras en el instalador (selección de teclado y zona horaria, soporte de instalación en múltiples discos duros, presentación de diapositivas, soporte para webcams durante la instalación)
  • Gestor de controladores de dispositivos
  • Pantalla de splash a través de Plymouth

Como también indican en ese anuncio, en LMDE nos beneficiamos de la filosofía rolling release: no tendremos que reinstalar por completo el sistema, ya que las actualizaciones llegan de forma continua y nos permiten estar siempre a la última. Se supone que estas versiones son «más rápidas y tienen mejor tiempo de respuesta» que las versiones de Linux Mint basadas en Ubuntu.

Pero también tendremos ciertas desventajas: dependemos más de la consola y del manejo de paquetes con dpkg o APT, y tampoco podremos presumir de soporte Secure Bott.

Tenéis más detalles sobre LMDE 201303 en el anuncio oficial, donde os ofrecen diversas formas de descargar las imágenes ISO con MATE o Cinnamon y basadas en arquitecturas de 32 o 64 bits tanto desde descarga directa como desde BitTorrent.

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Canonical Ubuntu

El periodo de soporte de las versiones de Ubuntu no-LTS se reduce a la mitad, nada de rolling release

En una reunión del Ubuntu Technical Board los responsables técnicos de la distribución de Canonical decidieron reducir el periodo de soporte de las versiones no-LTS de Ubuntu a tan solo nueve meses, la mitad del periodo disponible hasta ahora. Al mismo tiempo, los desarrolladores querían facilitar a los usuarios el acceso a paquetes más actualizados sin tener que realizar actualizaciones de la distribución completa.

En esa reunión además hubo una conclusión clara más: esos responsables votaron en contra de pasar a un modelo rolling release, un debate que llevaba ya semanas en alza y sobre el que el propio Mark Shuttleworth mostraba muchas dudas. La idea del comité técnico es la de acelerar el ciclo de lanzamiento de versiones sin comprometer las ya planificadas.

Según The H Open, la reducción del tiempo de soporte de las versiones no-LTS de Ubuntu de 18 a 9 meses debería dar a los desarrolladores más tiempo para concentrarse en probar los paquetes con los que los usuarios podrán actualizarse entre las versiones principales. De momento no hay detalles específicos sobre cómo llevarán a cabo esos cambios en las actualizaciones con ciclos más frecuentes, pero sabremos más en las próximas semanas.

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Canonical Ubuntu

A Mark Shuttleworth no le convencen las rolling releases

El creador de Ubuntu y «autoproclamado dictador benevolente» de la distribución ha publicado un artículo en su blog en el que habla del tema de moda: la posible adaptación de Ubuntu a un ciclo de desarrollo rolling release, algo que a Shuttleworth no le convence, como señala claramente en el propio título de su post.

Shuttleworth indica que «las rolling releases no son versiones reales«, y que por tanto no son el modelo adecuado para Ubuntu, aunque sí se plantea pasar a un ciclo de publicación de versiones más frecuente. El creador de Canonical compara la situación con la del navegador Firefox, que pasó a un ciclo de publicación de versiones de tan solo seis semanas en las que intervienen los distintos canales de versiones preliminares, a cual menos inestable (Nightly, Aurora, Beta, Estable) y comenta que en realidad se ha pasado gradualmente a un modelo que toma alguna de esas ideas, como el hecho de que ahora las compilaciones diarias son una de las bases de ese ciclo de desarrollo.

También tiene tiempo para comentar esas dudas de parte de la comunidad de desarrolladores que no están de acuerdo con las últimas decisiones que se han tomado en Canonical sobre el futuro de Ubuntu. Mark Shuttleworth trata de calmar las aguas indicando que «el cielo no se está cayendo» y que la empresa no puede satisfacer los deseos de todos los que colaboran con el proyecto Ubuntu, afirmando que aquellos que no estén de acuerdo con ese camino pueden continuar su camino tranquilamente.

Solo un detalle más. En su artículo no se admiten los comentarios. Uhm.

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Ubuntu

Ubuntu 13.04 no será rolling release, los desarrolladores de Canonical no se aclaran

Ayer comenzaron las sesiones del Ubuntu Developer Summit, un encuentro de desarrolladores en las que se definen muchas de las decisiones de trabajo que afectarán a las futuras versiones de Ubuntu. Una de ellas había cobrado especial interés en los últimos días. Se trata de la sesión titulada «Should Ubuntu adopt a monthly cadence/rolling release?«, que se esperaba con expectación tras la enorme cantidad de comentarios que generó ese tema en la lista de correo hace unos días a raíz del mensaje de Rick Spencer.

En la charla participaron algunos desarrolladores importantes de Canonical, pero lo cierto es que las conclusiones brillaron por su ausencia, y no parece haber quórum sobre si el modelo rolling release llegará en algún momento a Ubuntu tal y como se planteaba inicialmente. Jonathan Ridell, uno de los responsables de Kubuntu, dejó claro que en Ubuntu 13.04 no se dará el salto a ese modelo, sobre todo porque eso significaría tirar a la basura (no lo dijo con esas palabras, pero el objetivo era el mismo) los cuatro meses que los desarrolladores ya llevan trabajando en la actual distribución.

Allison Randal, que ya había planteado dudas en la lista de correo, volvió a criticar la decisión publicando un mensaje en la lista de Ubuntu Devel en el cual hablaba del fabricante System76, que comercializa portátiles con Ubuntu en Estados Unidos desde hace tiempo y que intervino en la charla indicando que un ciclo de dos años -con el modelo rolling release las versiones públicas de Ubuntu serían las LTS- era demasiado largo para sus clientes. Pero también es cierto que System76 afirmaba que las ediciones rolling release no eran suficientemente estables -cuando precisamente la estabilidad es lo que se persigue, como sucede en Arch- y que esa idea errónea hacía que se plantearan más dudas sobre la adopción de un modelo rolling release.

Ni el vídeo -que tenéis disponible aquí– ni la lista de mensajes publicados parecen aclarar la decisión, y aunque la idea parece interesante en muchos ámbitos, muchos usuarios (y me incluyo) acuden al «si funciona, no lo toques«. A Canonical le ha ido muy bien con los ciclos de 6 meses, y puede que el modelo rolling release no sea buena idea a corto plazo, sobre todo teniendo en cuenta que tienen otras muchas cosas en las que pensar ahora mismo.

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Ubuntu

Ubuntu podría migrar a un modelo Rolling Release

No es algo que no se haya planteado anteriormente, pero últimamente el debate sobre el paso de Ubuntu a una Rolling Release se ha hecho mucho más evidente. Lo comentaba en uno de mis últimos posts en MuyLinux, pero ahora la cosa se ha puesto aparentemente seria tras un mensaje de Rick Spencer, empleado de Canonical, en la lista de correo de Ubuntu, lo que ha desatado una larga lista de mensajes al respecto en muy pocas horas.

Spencer lo deja claro: en su opinión Ubuntu debería abandonar las llamadas «versiones interinas» (Interim Releases) -o sea, las ediciones que se lanzan cada seis meses pero no son LTS- y contar únicamente con dos ediciones. La LTS, con soporte garantizado y muy útil para un uso profesional de Ubuntu, y la Rolling Release, que se actualizaría a diario y que permitiría evitar los problemas de gestión y de desarrollo que produce el tener que sacar una nueva versión sí o sí cada 6 meses.

En realidad Spencer propone tener también versiones intermedias cada mes para poder establecer objetivos de forma más clara, pero esta última idea es probablemente la que más flojea en un enfoque que muchos usuarios también comparten, y entre ellos, yo. Lo decía Spencer claramente en su mensaje: «Muchos usuarios prefieren que su sistema operativo no cambie demasiado a menudo«, y así es.

La idea ha sido bien recibida en las listas de correo en su mayor parte, pero también es cierto que muchos plantean dudas, como las que afectan al tema de la gestión de la seguridad o los controladores hardware, que precisamente son aspectos que ahora se tienen muy controlados con el modelo del ciclo semestral y las actualizaciones constantes de ciertos paquetes.

Sin embargo, también hay críticas importantes a nivel interno, como las que ha expresado Allison Randal, una veterana desarrolladora de Ubuntu:

«No me opongo totalmente a la idea de que todo este tiempo el modelo de desarrollo de Debian con sus versiones estables cada 2 años y una versión «inestable» continuamente evolucionando haya sido el adecuado. Pero francamente, si alguien viniera a mi con esta propuesta como si fuera una «startup» y me pidiera invertir en ella, le diría «no has demostrado que esto sea posible técnicamente», y les mandaría a la pizarra para que comenzaran a explicarlo todo».

El mensaje de Randal es contundente: Spencer lo pone todo muy bonito, pero su propuesta son solo palabras sin demasiados argumentos técnicos. Randal conoce bien el modelo de desarrollo de Canonical a nivel técnico y sabe que ha costado mucho llegar hasta este punto. Aunque la filosofía Rolling Release parece una idea interesante, dar el salto a una Ubuntu Rolling Release no será cuestión de dos días. De hecho, la semana que viene habrá un Ubuntu Developer Summit, y apenas habrá tiempo de poner en orden todas estas ideas para discutirlas allí, donde el foco indiscutible parece que será Ubuntu on tablets y Ubuntu for phones.

Así pues, parece que Ubuntu podría convertirse efectivamente en una Rolling Release, porque hay argumentos válidos para ello. El problema es tanto el cómo como el cuándo. Y ese cuándo apunta a un futuro no demasiado cercano.