Era muy difícil. En Canonical fueron ambiciosos al lanzar una campaña de crowdfunding para su proyecto Ubuntu Edge. Querían recaudar 32 millones de dólares para poder desarrollar y fabricar un primer lote de 40.000 terminales, pero finalmente «solo» consiguieron 12,8 millones de dólares, una cifra que no osbtante ha supuesto un nuevo hito en este tipo de campañas.
El fracaso no ha sido completo, desde luego. Ubuntu ha conseguido notoriedad en el mercado, y el propio Mark Shuttleworth comentaba como varios fabricantes se han interesado por el proyecto. Así pues, puede que no tengamos un Ubuntu Edge de Canonical en 2014, pero quién sabe si algun fabricante cogerá el testigo y fabricará un dispositivo similar con esas prestaciones y con la colaboración de la empresa de Shuttleworth.
Eso es lo que esperamos todos los que apoyamos el proyecto económicamente. Shuttleworth ha asegurado que PayPal devolverá el dinero a los participantes en los próximos 5 días, así que ese aspecto está resuelto.
Ahora queda por ver si Canonical vuelve a retomar este tipo de iniciativas en el futuro, algo que tampoco descartaba el creador, que dice haber aprendido de los aciertos y errores de una campaña que se ha convertido en un referente a pesar de haber fracasado económicamente.